Tomás Cola Alberich: 4º valenciano en ganar un Nacional

Tomás Cola Alberich
Tomás Cola Alberich es el 4º púgil de la “terreta” que conquistó un título Nacional, el de los pesos ligeros.
Escribe: Francisco Cabo Alandes (contador de historias)
4-10-2020
Este escrito es solo una breve pincelada histórica que también pretende rememorar a un deportista muy poco recordado.
Como pasaron muchos años, habrá pocas personas que hayan oído hablar de él, pero en los inicios del Boxeo español fue un púgil muy popular que tenía muchos seguidores y se le nombraba bastante en los principales diarios y revistas del país.
Tomás Cola Alberich (40-19-4), nacido en Jérica (Castellón) en 1906, desde la Comunidad Valenciana, junto a su familia, se trasladó a Barcelona iniciados los años 20.
Al ver pugilismo en las salas “Iris” y “La Bohemia”, le nació la afición, estando en contra en su casa.
Pertenecía a una familia acomodada y era hermano del antropólogo/etnólogo africanista, Julio Cola Alberich.
Empezó a trabajar en un Banco, labor que compaginó con la práctica de Boxeo. Sus primeros entrenes los realizó en el gimnasio del Barcelona Boxing Club (B.B.C.).
Aficionado a la lectura, solía llevar debajo del brazo algún libro o periódico y pasó por diversas categorías en el Boxeo: moscas, gallos, plumas y ligeros.
Destacó en cada categoría, pero fue en los pesos ligeros donde consiguió sus mayores éxitos, forjando día a día una excelente combatividad.
Su primer mánager fue Toribio Parent, que lo hizo debutar con 16 años en las veladas del Parque de la Ciudadela, fue en el verano de 1922. Reuniones que fueron organizadas por Ramón Larruy.
Peso mosca.
En el peso mosca, Cola debutó un 16-6-1922 contra Ramón Puig, perdiendo a los puntos.
En la revancha, a la semana siguiente, volvió a perder a los puntos.
No fue un buen comienzo, pero el de Jérica se fue superando en los entrenamientos y el 8-7-1922 ya superó a Llidó, en el teatro Español de Barcelona.
Después, ese mismo verano venció a Cabané y Prat, perdiendo con Manuel Bosch a los puntos en dos combates disputados en septiembre y octubre de 1922.
El 12 de octubre del mismo año, venció por ko a Muñoz en el “Iris Park”.
Acto seguido su mánager le buscó un rival de más categoría en los pesos moscas, se trataba de Manuel González.
Para entonces, Cola ya se había dejado el Banco donde trabajaba y se hizo un profesional del pugilismo.
En los moscas disputó 15 combates: 7 Victorias, 7 Derrotas y 1 Nulo.
Peso gallo.
En los gallos, el 11-12-1923 superó a los puntos en 6 rounds a Jacinto Fabregat, fue en el teatro Cómico (Barna).
En los pesos gallos realizó 9 combates: 5 Victorias, 2 Derrotas y 2 Nulos.
Peso pluma.
Cola debutó en el peso pluma, el 20-7-1924, enfrentándose con Alfonso Cañizares, pero perdió a los puntos en 10 asaltos, en el Estadio Olímpico de Montjuic.
Fue un combate durísimo y Tomás boxeó con gran clase, con mucha inteligencia… pero Cañizares que era un gran competidor consiguió vencer finalmente.
El 28-8-1924, el de Jérica superó a los puntos a Brown en el Parque de la Ciudadela, y el 6 de septiembre, en el mismo lugar se preparó la revancha contra Cañizares, excampeón de España de los plumas.
Fue una pelea durísima, en la que Cola sorprendió a los aficionados dominando en el ring.
El resultado fue combate nulo y ya le empezaron a apodar como “el científico” boxeador.
El 13-9-1924 superó a Brown a los puntos.
Tras el combate con Cañizares y demostrar el castellonense que estaba entre los mejores púgiles de entonces, el mánager Bertys le contrató para su equipo, y le buscaron desde entonces rivales extranjeros.
El periodista catalán “Critias” en noviembre de 1924 escribió: “La mejor definición del Boxeo, que mejor cuadra con el temperamento del púgil Cola es – atacar al adversario y evitar su ataque – “.
En los plumas, Cola realizó 7 combates: 5 Victorias, 1 Derrota y 1 Nulo.
Peso ligero.
Pero fue en los pesos ligeros donde el castellonense más destacó, realizando el primer combate en el circo Price de Madrid, el 2-2-1925.
Le enfrentaron al púgil Pablo Roca, al que superó a los puntos.
El 12-5-1925, Tomás reapareció ante Francisco Mestres. En 8 asaltos muy disputados, ganó a los puntos recibiendo los aplausos de la afición catalana.
El de Jérica se había superado, en esas fechas era ya un buen esgrimista, había mejorado en dureza y combatividad, y poseía según los expertos un buen “crochet” de izquierda.
Su dominio del cuadrilátero era difícil de contrarrestar y utilizaba gran variedad de golpes.
Los siguientes combates los disputó contra dos excelentes púgiles valencianos.
El 18-6-1925, superó a los puntos al púgil de Alcira, afincado en Barcelona, Agustín Villar, y el 7-8-1925 venció a los puntos al valenciano Santiago Alós.
Sus responsables, le fueron buscando rivales para poder disputar el título Nacional ante Hilario Martínez, el campeón de Aielo de Malferit.
El 3-9-1925, superó a Giménez.
El 17-9-1925, venció de nuevo a Agustín Villar en la revancha, y el 1-10-1925, en el teatro Olympia de Barcelona, Tomás Cola ganó a los puntos a Casimiro Zaragoza, proclamándose Campeón de Cataluña profesional de los pesos ligeros.
Según las crónicas deportivas, el de Jérica progresaba en contundencia. Se hartó de acumular puntos con un boxeo “científico”, utilizando muchos golpes, especialmente “swings” y el “crochet” de izquierda.
Los siguientes combates de Cola en los ligeros, fueron:
- venció en Barcelona a los franceses Debeve (30-10-1925) y Kelly (1-12-1925)
- visitó París (Francia) por primera vez (junto a Ricardo Alís que se enfrentó a Prunier), superando a Faugeres por ko en el 8º asalto (19-12-1925)
- al púgil llamado “Americano”, le superó a los puntos en el ring instalado en el Campo Mestalla de Valencia, el día 27-12-1925.

Era la primera vez que Cola combatía en la ciudad del Turia y hubo un llenazo.
En 1925, Tomás Cola realizó 11 combates, (11 Victorias).
1926 comenzó para el castellonense con el cambio de mánager, pues se puso a las órdenes del promotor y mánager José Paulí, que también llevaba al valenciano Ricardo Alís.
El otro valenciano, Hilario Martínez, en esos momentos estaba con el mánager Bertys, junto a Jim Moran.
El 12-1-1926, Cola se enfrentó al francés Paul Fritsch, excampeón olímpico, en el Olympia de Barcelona, haciendo combate nulo.
Paulí le programó combates contra púgiles que se habían enfrentado al campeón Hilario Martínez, que estaba en América, para de esa forma subir la moral del “científico” y que le nombraran aspirante oficial al título Nacional.
El 20 de marzo de 1926, en travesía prevista de 17 días, embarcaron hacia Cuba desde Barcelona, en el vapor lujoso italiano “Duchessa d´Aosta”, y junto al mánager Paulí los púgiles:
- Ricardo Alís (campeón de España de los medios)
- Tomás Cola (campeón de Cataluña de los ligeros)
- Luís Vallespín (excampeón de España de los gallos)
El 8-5-1926, Cola superó a los puntos en 10 rounds a Cirilín Olano, en el Santos y Artigas de La Habana (Cuba).
El 29-5-1926, el jericano perdió en La Habana por ko en el 6º round, tras un golpe al estómago, y ante el cubano Aramís del Pino. Fue el primer ko de su vida deportiva.
El 24-6-1926 Paulí y sus pupilos llegaron a Barcelona procedentes de Vigo. Habían llegado a Galicia en el buque “Oropesa” desde Cuba.
Tomás Cola tras la aventura cubana veraneó y entrenó en Premiá de Mar.
También participó en los bailes del salón Iris – Park de la calle Valencia de Barcelona, realizando exhibiciones de “charlestón”, un nuevo baile que se trajo de Cuba y fascinaba a todo el mundo.

Reapareció el 26-8-1926 en el Parque de la Ciudadela barcelonés, frente al púgil francés René Fayolle, pero perdió por descalificación por golpe bajo en el 9º asalto, cuando lanzaba golpes al estómago del galo.
En el año 1926, el castellonense realizó 8 combates: 5 Victorias, 2 Derrotas y 1 Nulo.
1927 fue el año en que consiguió el de Jérica un título Nacional profesional.
Cola se preparó en los inicios del año en el campo de entrenamiento de “Font de la Teula”, en Santa María de Martorelles (Barcelona).
Siguió participando en exhibiciones de “charlestón” y también empezó como actor de cine.

En abril, ya se rodaban en el cuadrilátero del “Mundial Sport” barcelonés, escenas de la película barcelonesa “La tía Ramona”, donde Cola interpretaba a un boxeador.
Tomás, empezó a compaginar el Boxeo con el baile y la cinematografía, lo cual le dio fama en el mundo artístico y bastantes críticas en el entorno del Boxeo.
Tras unos combates iniciales, le organizaron el enfrentamiento con Luís Rayo, un extremeño campeón residente en Buenos Aires.
El campeón de Cataluña se preparó en “Font de la Teula” con el vigués Segundo Bartos y el valenciano José Marco.
Pero la Federación Española de Boxeo (F.E.B.) tuvo otros planes.
El 6-4-1927, la F.E.B., aceptó oficialmente el reto de Tomás Cola a Hilario Martínez, por el título Nacional de los ligeros.
Al confirmarse que no regresaría de América Hilario Martínez (regresó en 1928), y que no expondría su título Nacional ante el de Jérica, el día 9 de abril, en el salón Iris – Park de Barcelona, la Federación Española aprovechando una reunión amateur, nombró a Tomás Cola Alberich nuevo Campeón de España profesional de los pesos ligeros, después de descender de la báscula y dar el peso oficial.
Ante los miembros del Comité Olímpico Español, Sres. Barón de Güell, Solé, García Alsina y Mesalles… federativos y aficionados.
El “speaker” dio el nombre del campeón y manifestó públicamente el peso dado por el jericano (61.000 kg). El árbitro Sr. Juan Casanovas levantó el brazo del nuevo campeón.

El 12-4-1927, el púgil “científico”, ya Campeón Nacional, se enfrentó al pacense Luís Rayo en el Olympia de Barcelona, venciendo a los puntos en 10 asaltos.

El Campeón de Europa de los ligeros era en esas fechas el francés Lucien Vinez.
La I.B.U., en junio de 1927, comunicó a la F.E.B., que había nombrado a Cola aspirante al título europeo del francés.
El de Jérica, entrenaba en Santa María de Martorelles desde abril y cuando no tenía que rodar escenas de la película “La tía Ramona”.
El francés Vinez, entrenó desde el 12 de junio en el gimnasio del Palace Sporting Club de Barcelona.
Los árbitros designados por la IBU para la disputa del título europeo fueron: el francés Bernstein, el español Casanovas y el suizo Duvernaz.
El sábado 18-6-1927, el campeón de Europa Lucien Vinez conservó el título de los ligeros a los puntos, en 15 asaltos, frente al español Tomás Cola que no pudo resguardarse de la izquierda rápida y directa del francés.
El Olympia de Barcelona, con un llenazo de la afición, aplaudió a los dos púgiles por el espectáculo boxístico ofrecido, pero Cola no estuvo como en otras actuaciones, y fue Subcampeón de Europa por primera vez.
Pero el 3-8-1927, otro español, Luís Rayo, que había sido derrotado por Cola recién llegado de Argentina, dio la sorpresa, pues fue el que arrebató el Título Europeo de los ligeros a Lucien Vinez.
Fue un combate espectacular ante 15.000 personas, en el campo de fútbol del Gracia.
El castellonense continuó entrenando y participando en su primera película.
En agosto, el día 17, reapareció en el Nuevo Mundo de Barcelona enfrentándose al campeón de Castilla Ramírez, al que superó por abandono.
Y se arregló un segundo combate, muy esperado, entre Cola y Rayo.

El jericano se preparó en “La Floresta” de Sant Cugat del Vallés, y Rayo en el Palace Sporting Club de Barcelona.
Se eligió el Olympia barcelonés y se pusieron en juego los títulos de Campeón de España y de Europa.
La unificación de los títulos en los ligeros, se concertó para el 19-10-1927.
La expectación fue inmensa, pues el que ganara ostentaría los dos títulos.
Los pronósticos estuvieron divididos, pues los dos boxeadores españoles ya tenían muchos seguidores.
El combate fue épico y recordado.
Los dos púgiles hicieron honor a sus títulos y Cola cayó como un campeón.
Rayo llevó la iniciativa y fue más efectivo que Cola, que atacó con carácter continuado pero sus golpes se perdieron o fueron bloqueados.
Rayo, sin un golpeo potente era un púgil castigador, y Cola se equivocó de táctica; en los primeros asaltos se lanzó a un ataque lleno de coraje y energía, pero le hizo el juego a Rayo que contragolpeo a placer.
Cuando Rayo atacó, Cola ya estaba cansado, sus reservas físicas estaban agotadas.
Y debido a su gran moral, Cola aguantó hasta el final.
El golpe favorito de Rayo, el gancho de derecha, se impuso al “crochet” de izquierda del castellonense.
Rayo tuvo dos coronas y Cola, de nuevo fue subcampeón europeo y perdió el título Nacional (9-4-1927 al 19-10-1927).
El 24-11-1927, Cola superó en la revancha al cubano Aramis del Pino, a los puntos, pero se le apreciaron los efectos de las últimas derrotas.
1927 terminó para el de Jérica con 6 victorias y 2 derrotas.
Las derrotas fueron 2 subcampeonatos de Europa.
Hasta 1929 en que dejó el Boxeo, solo ganó al púgil Americano en la plaza de toros de Valencia.
Su último combate lo disputó en París, contra Aime Raphael, perdiendo a los puntos.
Dejó el Boxeo en Francia y se dedicó de lleno al cine siendo actor y director.
Solo subió a los rings esporádicamente. Durante la guerra civil española (1936-39), colaboró con el ejército de Franco y falleció en el frente de Córdoba.
Cuarto púgil de la Comunidad Valenciana conquistando un título Nacional profesional, fue Campeón de Cataluña y dos veces Subcampeón de Europa.
Cola, como otros púgiles (Ernst Pistulla, Max Schmeling, Paulino Uzcudun, Young Ciclone, Alexis Marín, Segundo Bartos, Martín Oroz…), estuvo en el frente de guerra.
Muchos púgiles fueron ídolos populares, pero lamentablemente, pocos son recordados en sus localidades.
La política y el deporte nunca deberían mezclarse, como el agua y el aceite.
Todavía quedan muchos púgiles por recordar.
Fuentes.
Fuentes: El Mundo Deportivo, (BVPH), (ARCA), (BNE), boxeo1930s.blogspot.com, boxrec.com.
Fotos: Claret, Buyosa y Bonet, Las Provincias, Popular Film, La Nación, Grafic – Sport.
Fuente: Federació de Boxeig Comunitat Valenciana "FBOXCV".
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Hola, vivo en Jérica y en el pueblo nunca escuché nombrar a Tomás Cola, el campeón de Boxeo. No tiene calle que lo recuerde. Por culpa de unos pocos políticos desconocemos a las figuras del deporte histórico injustamente, porque esos malos políticos deciden por todos/as, este si y este no hay que recordar. Felicitaciones por el reportaje.